Cusco: rehabilitan campamentos en Wiñaywayna y reactivan tramo importante de la Red de Caminos Inca

El Ministerio de Cultura, a través de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) Cusco, culminó la rehabilitación integral de los campamentos y servicios sanitarios del sector Wiñaywayna, ubicado en la Red de Caminos Inca, uno de los accesos más transitados hacia Machu Picchu (Cusco).

Según detalló Francisco Huarcaya Quispe, coordinador de la Red de Caminos Inca, los trabajos fueron realizados entre febrero y junio por el equipo de vigilancia, conservación y mantenimiento del parque arqueológico nacional de Machu Picchu (PANM). El objetivo fue garantizar condiciones adecuadas para el descanso y seguridad de los excursionistas.

Como se sabe, el tramo Wiñaywayna recibe una importante carga de visitantes a lo largo del año y, debido a las lluvias registradas entre febrero y abril, se identificaron daños en el terreno que requerían intervención inmediata. Fisuras, grietas y alteraciones en la infraestructura de campamentos motivaron una evaluación técnica, la cual fue realizada por un ingeniero geólogo del PANM.

Las tareas ejecutadas incluyeron el rearmado de muros de contención y la nivelación de las plataformas destinadas a campamentos, así como la compactación de suelos para prevenir deslizamientos o asentamientos posteriores. También se mejoraron los drenajes pluviales para evitar acumulaciones de agua en zonas críticas.

Dentro de los campamentos, se intervino un total de 850 metros cuadrados de infraestructura, lo que implicó poda de árboles, habilitación de áreas de descanso y adecuación de zonas de tránsito. Todos estos trabajos fueron realizados con herramientas manuales y con participación directa del equipo técnico y operativo del PANM.

Adicionalmente, se rehabilitaron los servicios sanitarios del sector. El mantenimiento consistió en limpieza profunda, reparación de tanques de almacenamiento de agua y reemplazo de piezas esenciales como cabezales de duchas, piletas de lavamanos y mangueras de abastecimiento. Estas acciones buscaban asegurar condiciones mínimas de salubridad para quienes recorren la red vial prehispánica.

Desde el domingo 9 de junio, los campamentos rehabilitados están nuevamente habilitados para recibir a visitantes nacionales y extranjeros, así como al personal de apoyo que opera en el tramo.

La reapertura de Wiñaywayna permitirá retomar con normalidad una de las etapas más importantes del recorrido hacia Machu Picchu, especialmente para quienes realizan el trayecto tradicional de cuatro días. Este punto es clave por su cercanía al Inti Punku o Puerta del Sol, desde donde muchos excursionistas observan por primera vez el santuario inca al amanecer.

La habilitación oportuna de esta zona, luego de los daños causados por las lluvias, evita la interrupción de la experiencia turística en la ruta y permite mantener el flujo ordenado de caminantes durante la temporada alta.

Wiñaywayna forma parte del llamado “Camino Inca Clásico”, una ruta de alta demanda turística cuya gestión depende del PANM y el Ministerio de Cultura. A lo largo del año, este tramo concentra miles de caminantes que acceden a Machu Picchu tras varios días de recorrido por senderos que cruzan zonas arqueológicas, microclimas y paisajes andinos.

El mantenimiento constante de los campamentos y servicios dentro de este recorrido es parte de la estrategia de conservación implementada por las autoridades para preservar no solo la experiencia del visitante, sino también el patrimonio cultural y natural que rodea esta red vial ancestral.

Las lluvias intensas que afectan la región entre febrero y abril son uno de los factores que más inciden en el deterioro del terreno. Por ello, la intervención técnica incluyó un análisis estructural de taludes y suelos, con el fin de prever futuras afectaciones.

El equipo técnico del PANM realizó las evaluaciones geológicas en campo antes de iniciar cualquier intervención. De esta manera, se identificaron las zonas más vulnerables y se priorizaron las tareas en función del nivel de afectación.

Los muros de contención rehabilitados, por ejemplo, cumplen una doble función: contener los suelos ante posibles deslizamientos y proteger las zonas de campamento de eventuales flujos de agua durante las lluvias.

En paralelo, el personal de vigilancia de la Red de Caminos Inca continúa monitoreando el estado general de las rutas, campamentos y estructuras de soporte, para actuar rápidamente ante nuevas emergencias o signos de deterioro.