Alcaraz apaga el regreso de Sinner y se alza con la copa del Masters 1000 de Roma

Carlitos resurge en Roma. El tenista español había protagonizado un complicado inicio de temporada, pero como dice el dicho: “todos los caminos llegan a Roma”, y fue precisamente en la capital italiana donde el español encontró el suyo y con él su característica sonrisa. En el primer set necesitó del tie-break para hacerse con el primer asalto, y fue el segundo donde desplegó todo su potencial y todo su repertorio de golpes para apagar a Sinner y llevarse el partido por 0-2 (6-7 y 1-6). Alcaraz certificaba el título en Roma y un apoteósico regreso tras su lesión.

Era la primera vez que Carlitos y Sinner volvían a verse las caras tras la sanción del italiano al dar positivo en Clostebol que le ha mantenido alejado de las pistas desde el pasado mes de febrero. El italiano, además, llegaba tocado de la pierna, tras sufrir ciertos pinchazos durante las fases previas de Roma. Alcaraz tampoco ha protagonizado un gran inicio de temporada. Ni las modificaciones en su raqueta (con un poco más de peso) y su saque han sido suficientes para que el español sume más que un título, el de Rotterdam. A ello se suma la lesión que le obligó a borrarse del torneo de Madrid. Sin embargo, nada ha impedido que ambos superaran a todos sus oponentes y se dieran cita en la gran final del Masters 1000 de Roma.

El duelo comenzaba con Sinner sacando, por elección de Alcaraz, que así lo terminaba en el sorteo. Los nervios y la tensión eran palpables en los primeros puntos. El primer juego caía para Sinner, mientras que Carlitos conseguía llevarse el de su servicio, aunque con algo más de dificultad. El escondido vendaje del italiano en su pierna y la visible protección de Alcaraz habían quedado a un lado. En la pista solo quedaban las ganas de batirse, de medir, y de tantear al oponente para conocer cómo llegaría a Roland Garros. Cuando el resultado marcaba 2-2, el español estuvo a punto de romper el servicio a su rival y ponerse por delante en el duelo, pero Sinner supo reencauzar el juego.

Con el respeto del que sabe a quién tiene enfrente, ninguno de los finalistas eran capaces de dar un paso al frente que les permitiera adelantarse en el marcador. “Ahora le cambias de velocidad”, le indicaba Juan Carlos Ferrero desde la grada. Esa estrategia fue la que intentó mantener en todo momento Carlitos, pero no fue suficiente para evitar el tie-break, aunque una vez ahí ya no falló. En el segundo set los nervios iniciales de ambos desaparecieron para dar paso a golpes que solo ellos son capaces de mostrar sobre pista.

Carlitos comenzaba sirviendo en el segundo set. La estrategia del español continuaba siendo la misma, cambiar de golpes: de bolas altas a las bajas, mover de lado a lado a su rival y, en el momento preciso, una dejaba imposible al borde de la red. El de murciano es buen conocedor de la potencia del italiano y es consciente de que en el tú a tú, Jannik es superior. Fue con estos cambios como Carlitos consiguió ponerse 4-0 por delante tras romperle en dos ocasiones servicio al italiano.

La balanza caía totalmente del lado de Alcaraz tras esa segunda rotura. Jannik se veía incapaz de frenar al terremoto en que se había convertido Carlitos. Una brillantez, que le permitió poner el marcador hasta el 5-0. Justo en ese punto de partido, el tenista italiano sacó todo lo que llevaba dentro para evitar que cerrase el set en blanco. Tras meses sin competir, Sinner había dado todo durante el torneo y el primer set, pero en el segundo, ese periodo alejado de las pistas, le pasó factura.

Con el 1-5, el punto de partido parecía cada vez más cerca, sobre todo porque Carlitos era quien servía. Un par de golpes más tarde, el español se llevaba el partido y con él el título de Roma. Alcaraz volvía a sonreír en Italia, encontraba esa confianza que hacía meses que no sentía en pista y levantaba la segunda copa de la temporada al cielo romano.