La contaminación plástica no solo flota en el océano: una tortuga puede contener el equivalente a 10 pelotas de ping-pong

Las tortugas marinas se han convertido en “vasijas temporales” de plástico

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Las tortugas marinas se han
Las tortugas marinas se han convertido en “vasijas temporales” de plástico (ArgentiNat FVSA)

Cada año, el océano recibe entre 4 y 12 millones de toneladas de plástico. Durante años, los investigadores han intentado descubrir las cantidades de plástico que almacenan los mares del mundo: estiman los restos que flotan en su superficie, en la columna de agua y en sus profundidades, pero se olvidan del que se almacena dentro de los estómagos de la fauna marina.

Por primera vez, Un estudio internacional liderado por Xia Zhu y Chelsea M. Rochman de la Universidad de Toronto, junto a Matthew Mazloff de la Scripps Institution of Oceanography, ha estimado la cantidad de plástico que reside dentro de animales marinos a escala global y lo ha hecho a través de las tortugas.

El trabajo, publicado en Journal of Geophysical Research: Oceans, revela que las hembras de tortuga verde (Chelonia mydas) transportan entre 5,6 y 6,4 toneladas de plástico en sus tractos digestivos en todo el mundo. De media, cada animal contendría hasta 26,4 gramos de plástico en sus estómagos, el equivalente a 10 pelotas de ping-pong.

Las tortugas marinas desempeñan un papel fundamental en los ecosistemas oceánicos, pero todas las especies están amenazadas por la actividad humana. La ingesta de plásticos es una de los riesgos que deben enfrentar: su consumo accidental puede causar desde obstrucciones intestinales hasta la muerte, pasando por efectos subletales como la desnutrición. El estudio recuerda que “saber qué especies están más expuestas al plástico ayuda a definir prioridades para la mitigación y la conservación”.

El problema de los plásticos en la fauna marina no se limita a las tortugas. Aves, peces y mamíferos marinos también ingieren residuos, pero hasta ahora no existían estimaciones globales de la carga de plástico en animales. “Nuestro objetivo era cuantificar cuánto plástico reside en los estómagos de las tortugas marinas en un momento dado, como primer paso para entender cuánto plástico hay en todos los animales marinos”, explican los autores.

Las tortugas, “vasijas temporales” de plástico

Cada año, el océano recibe
Cada año, el océano recibe entre 4 y 12 millones de toneladas de plástico. (Pexels)

El equipo de Zhu, Rochman y Mazloff recopiló datos de 32 estudios realizados entre 2001 y 2019, que analizaron el contenido de plástico en el tracto gastrointestinal de tortugas marinas mediante necropsias. En total, se examinaron 60 campañas de muestreo en seis continentes, con Brasil, Estados Unidos y Australia como los países con más observaciones. "Las tortugas marinas son las más afectadas por los problemas oceánicos, y nuestros desechos plásticos son parte del problema“, afirman los investigadores.

El análisis se centró en siete especies de tortugas marinas, todas ellas amenazadas o en peligro según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Los investigadores desarrollaron un modelo estadístico que relaciona la cantidad de plástico ingerido con factores geográficos (latitud), socioeconómicos (nivel de ingresos del país) y ecológicos (especie de tortuga).

Debido a la falta de datos sobre poblaciones masculinas y otras especies, la estimación global se centró en las hembras de tortuga verde, para las que existen censos más completos. El resultado: entre 5,6 y 6,4 toneladas de plástico alojadas en sus estómagos en un momento dado. Aunque esta cifra representa solo una fracción minúscula del plástico presente en el océano —apenas el 0,0002% de lo que flota en la superficie—, el estudio subraya que los animales actúan como “vasijas temporales” de plástico, intercambiando residuos con su entorno a través de la ingestión y la excreción.

Los resultados cambiaban también según la especie analizada: las tortugas laúd (Dermochelys coriacea) son las más propensas a acumular plástico, mientras que las tortugas caguama (Caretta caretta) presentan los niveles más bajos, una información relevante para las estrategias de conservación del animal.