Estos son las cinco zonas de baño de la Comunidad de Madrid donde bañarse no está prohibido

Bañarse en áreas no autorizadas o desconocidas puede conllevar riesgos tanto para la salud como para el medio ambiente. Se pueden producir desde ahogamientos hasta infecciones provocadas por el contacto con virus, bacterias, hongos y parásitos presentes en aguas no tratadas ni controladas. Además, estas consecuencias para la salud se suma el impacto económico de las sanciones.

En espacios como La Pedriza, agentes forestales y la Guardia Civil tramitan cientos de multas cada año, con una media de entre 150 y 200 sanciones anuales. En lugares como El Berrueco, esta cifra puede elevarse drásticamente, llegando a registrar hasta 6.000 sanciones anuales. De este modo, para evitar todo tipo de riesgos, la mejor opción es optar por ir a las zonas naturales censadas oficialmente por la Comunidad de Madrid, donde el baño está permitido y se llevan a cabo inspecciones sanitarias y muestreos del agua de baño, para comprobar la adecuación de la calidad de las aguas, así como las condiciones higiénico-sanitarias.

Ubicadas en Rascafría, en el valle de El Paular, estas piscinas naturales se encuentran a 80 km de Madrid, en pleno corazón de la Sierra de Guadarrama. Este enclave cuenta con tres piscinas rodeadas de pinos y una amplia zona de césped ideal para tomar el sol o realizar picnics. También dispone de servicios como quioscos y áreas de picnic con mesas. El acceso es gratuito para quienes lleguen a pie, mientras que el estacionamiento privado tiene un costo de 9 euros. El horario de apertura es de 10:00 a 21:00 horas. En los alrededores, destacan el área recreativa La Isla y el Monasterio de El Paular, que complementan la experiencia.

A 60 km de la capital, en el municipio de Estremera, se encuentra esta playa fluvial reconocida como apta por la Comunidad de Madrid. Además de ofrecer diferentes servicios y actividades acuáticas, es un lugar pet-friendly que permite el ingreso de animales. Esto la convierte en una opción popular entre las familias que buscan disfrutar del agua con sus mascotas.

Dentro del Pantano de San Juan, El Muro es una alternativa menos masificada frente a la popular Virgen de la Nueva. Aunque menos conocida, cuenta con un excelente monitoreo de la calidad del agua, según los controles anuales de la Comunidad de Madrid. Este espacio también permite el acceso a perros, siendo ideal para quienes buscan alternativas más tranquilas.

A tan solo 50 km de la capital, esta playa es una de las más concurridas durante el verano en la región, gracias a sus 14 kilómetros de zona de baño. La Virgen de la Nueva ha mantenido su distintivo de Bandera Azul, garantizando la calidad del agua y los servicios disponibles. Es posible practicar deportes acuáticos y disfrutar de mesas y quioscos.

Situada en Aldea del Fresno, esta playa formada en la confluencia de los ríos Alberche y Perales es un destino apto para el baño y muy popular entre familias con niños, gracias a la poca profundidad del agua. El entorno, rodeado de bosques, crea un paisaje ideal para escapadas de verano.