Almeida pagará 82.400 euros al mes para alquilar 2.000 desfibriladores y atender así infartos en toda la red de autobuses de la EMT

El Ayuntamiento quiere alquilar 2.007 aparatos, que sumados a los 193 que ya tienen, conllevará que toda la flota cuente con estos equipos. En total se gastará 6,4 millones hasta 2029. Los conductores recibirán formación

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Un autobús de la EMT
Un autobús de la EMT que anuncia que está equipado con desfibriladores

El Ayuntamiento de Madrid que dirige José Luis Martínez-Almeida quiere que la red de autobuses de la EMT cuente con desfibriladores que puedan “atender de forma adecuada los casos de parada cardiaca” que se produzcan en el interior de los vehículos. Para ello empezó a licitar este lunes un contrato para alquilar, sin opción a compra, un total de 2.007 desfibriladores, contrato que incluirá el mantenimiento de los 193 equipos que ya son propiedad de la Empresa Municipal de Transportes.

Actualmente, la EMT cuenta con una flota de 2.132 autobuses repartidos en 229 líneas que transportan (según los últimos datos de 2024) a 1,3 millones de viajeros cada día. Con este nuevo contrato el objetivo es que toda la flota municipal cuente dentro de sus vehículos con estos aparatos. “Estos equipos requieren un mínimo nivel formativo para su utilización, son seguros al efectuar chequeos previos que determinan la necesidad de su empleo y pueden evitar daños irreversibles o incluso la muerte de los usuarios en los casos en los que su uso sea requerido”, señala la memoria justificativa. Los conductores de la EMT recibirán un curso de formación para aprender a manejarlos.

El Ayuntamiento justifica esta decisión (alquilar los desfibriladores y no comprarlos) tras la experiencia adquirida en el proyecto ‘CardioMad’, puesto en marcha en el año 2021. Se trata de un programa pionero para instalar una red de estos equipos y poder atender a los ciudadanos que sufrían un episodio cardíaco grave en los primeros cinco minutos. Entonces se instalaron 176 desfibriladores en la red de la EMT, cifra que ha subido a 193 con el paso de los años. La empresa pública considera “que la diferencias en las características hacen más interesante el renting”.

Técnicos sanitarios del SAMUR enseñando
Técnicos sanitarios del SAMUR enseñando como funciona un desfibrilador a responsables de la EMT durante la presentación del programa 'Cardiomad' en 2021

¿Por qué? “Significa una menor inversión por parte de la EMT en un momento en el que se están lanzando numerosos proyectos”, señala el Ayuntamiento, que asegura que el sistema de alquiler incluye un mantenimiento más rentable. La vida útil de estos elementos depende mucho de su batería. A diferencia de los situados en instalaciones fijas, en los autobuses dependerán de la correcta revisión, recarga y almacenamiento. “Todo este tipo de tareas deberá hacerlo una empresa autorizada, puesto que una incorrecta manipulación puede llevar a un mal funcionamiento en una circunstancia crítica”.

Una empresa se encargará de su gestión

En el caso de que se use, el desfibrilador pertenece con el paciente hasta la llegada al centro de médico. Posteriormente, la empresa adjudicataria se desplaza hasta la central de la ambulancia correspondiente, recupera el desfibrilador, comprueba el mismo y repone los consumibles, para finalmente devolverlo a EMT. El objetivo del Ayuntamiento es gastarse es 6,4 millones entre 2025 y 2029. Alquilar al mes cada uno de los 2.007 desfibriladores costará 42 euros, lo que supone 82.400 euros mensuales. A eso hay que sumar 26 euros al mes por el mantenimiento de cada uno de los 193 equipos que ya son propiedad de la EMT.

El contrato incluye sesiones formativas sobre el funcionamiento de los equipos a impartir “en grupos de como máximo 10 personas a celebrar en fechas distintas cada uno de ellos. Será responsabilidad del adjudicatario proporcionar y aportar los medios necesarios para que la formación impartida sea provechosa. También se aportará un video explicativo sobre el funcionamiento del desfibrilador y su empleo, reza el pliego. En España, casi 25.000 personas sufren una parada cardiaca cada año fuera de un centro hospitalario, lo que equivale a una media de una parada cada 20 minutos, ocasionando cuatro veces más muertes que los accidentes de tráfico. Cada minuto que pasa, además, la capacidad de que responda el corazón en términos estadísticos a la desfibrilación disminuye entre un 7-10%.