El Gobierno de Bolivia lanzó el sábado operativos conjuntos entre la Policía y las Fuerzas Armadas para “restablecer el orden público” frente a los bloqueos de carreteras encabezados por sectores afines al ex presidente Evo Morales, quienes exigen su habilitación como candidato para las elecciones generales del 17 de agosto.
El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, declaró que el país atraviesa “una preocupante escalada de violencia, impulsada por intereses políticos que no reconocen el proceso democrático”.
A través de sus redes sociales, denunció agresiones a policías, ataques a personal médico y retención ilegal de militares, hechos que —según él— no deben considerarse protestas comunes, sino “actos organizados de violencia que amenazan la vida, la dignidad, los derechos fundamentales y el proceso electoral”.
Ríos confirmó que “la Policía Boliviana, comprometida con la defensa de la patria y la población, iniciará a partir de hoy operaciones conjuntas con las Fuerzas Armadas con el objetivo de restablecer el orden público, proteger a la ciudadanía y garantizar el respeto a la Constitución y a la institucionalidad democrática”.
Las protestas comenzaron el lunes en Cochabamba, bastión político de Morales, donde grupos leales al exmandatario bloquearon rutas clave para exigir su inscripción electoral. El ex presidente no cuenta actualmente con un partido habilitado, luego de abandonar el Movimiento al Socialismo (MAS) en medio de un conflicto con el actual presidente Luis Arce.
Los manifestantes también reclaman la renuncia de Arce, a quien responsabilizan por la crisis económica, el desabastecimiento de combustibles y la falta de divisas.
Según las autoridades, hasta ahora los bloqueos han dejado al menos 50 heridos, incluidos efectivos policiales y trabajadores de la salud. Además, se reportaron impedimentos al paso de ambulancias y ataques a vehículos de transporte público y privado.
“La patria no se somete a la violencia ni a los intereses personales de un solo individuo”, sostuvo Ríos, quien instó a la comunidad internacional a observar con atención la situación en Bolivia. También llamó a los ciudadanos a “defender la paz, el libre tránsito y la democracia”.
Por su parte, el presidente Arce informó el sábado que su Gobierno prepara una denuncia internacional por el ataque contra una ambulancia ocurrido el viernes por la noche en el municipio de Vinto, Cochabamba.
El vehículo trasladaba heridos, tanto personal médico como policías, y fue interceptado por manifestantes que, según las autoridades, respondían a Morales.
El viernes, la Policía boliviana ordenó el repliegue de sus agentes en el Trópico de Cochabamba, una zona cocalera históricamente dominada por Morales y sus sindicatos.
En ese contexto, el Ejecutivo presentó una demanda penal contra el expresidente por presuntos delitos de terrorismo y obstrucción de procesos electorales.
(Con información de EFE)
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